Como baile, sus pasos se practicaban en Cuba mucho antes de inventarse el nombre. Con el "boom", propiciado por la industria norteamericana del disco, se extendió por todos los países de América del Sur y Central, enriqueciéndose y adoptando características ligeramente distintas en las diferentes zonas. Así, la salsa que se baila en Perú, en Chile, en Puerto Rico, en Cuba o en Nueva York, tienen diferencias.
La salsa se impone cada vez con más fuerza, a pesar de la dificultad que, para el bailarín europeo, entrara su ritmo. Para aprender bien a bailar la salsa, hay que olvidarse de los bailes de pareja y dedicar un tiempo a aprender el paso básico por separado.
El paso básico consta de cuatro tiempos. Hay cinco variantes del mismo movimiento básico, con el mismo ritmo y los mismos pasos, pero en diferentes direcciones. En pareja, el hombre empieza siempre con el pie izquierdo y la mujer con el derecho, aunque, al practicar por separado, esto no tiene importancia.
La posición inicial de la pareja es similar a la del merengue, es decir, con los antebrazos unidos y en posición vertical. No se debe estar ni demasiado junto ni demasiado separados. Hay que aclarar que es perfectamente correcto bailar la salsa romántica pegados.
La salsa se caracteriza por una gran movilidad de caderas y calidez de expresión. El paso y las figuras básicas son las mismas en todos los países, pero el estilo y las formas cambian. Desde la salsa cubana típica, también llamada casino, que corta el movimiento de caderas y cuyas figuras tienen semejanzas con las del rock, hasta la salsa romántica, cuya característica principal es el contacto de ambos cuerpos en un sensual cimbreo, como si con el cuerpo quisiéramos relatar a nuestra pareja todo el erotismo de las palabras del cantante. Existe también una salsa más profesional, con figuras acrobáticas y ritmo muy rápido, bailada principalmente en Estados Unidos.
Una variedad de salsa, la rueda cubana, consiste en bailar, de forma coordinada, dos o más parejas en círculo, algunas figuras con nombres determinados. Es un baile antiguo y en desuso en Cuba, pero que se está conociendo ahora en Europa. Es muy divertido cuando se domina, ya que obliga a estar atentos, aunque el estilo y las figuras no son demasiado estéticos. Tiene el aliciente de que, de vez en cuando, cambiamos de pareja. Los nombres de las figuras han sido puestos por tradición unos y por invención otros, como en un juego, y suelen ser diferentes de un lugar a otro. Algunos de ellos son: dile que no, La prima con la hermana, El 70, El 84, Dame una, Nos casamos, La bola., Enchufa, El tren de las 10, etc. Es un baile menos libre que la salsa, ya que la coordinación de las parejas exige empezar todas las figuras con el mismo pie, además de algunas otras normas.
La música que se ha impuesto en los locales en que se baila salsa, que en muchos países se conocen como salserías, es muy característica, entre la guaracha, el son y la rumba. Domina un género sensual, lento, llamado salsa erótica o romántica, alternando con canciones más rápidas. Desde un son montuno a un guaguancó, pasando por la clásica rumba o guaracha, todo se puede bailar al mismo ritmo a distintas velocidades. Juntitos, con pocas y muy sensuales figuras o, con ritmos endiablados y figuras espectaculares.
La primera canción totalmente bailable y característica de este género que irrumpió con fuerza en España fue Ven, devórame otra vez, de Lalo Rodríguez, aunque tanto Celia Cruz como Tito Puente vendían aquí sus discos desde hacía años. En la década de los noventa, llegan muchos autores con más ritmo que calidad en sus temas como Eddie Santiago, Frankie Ruiz, Jerry Rivera, Oscar D´León o Tito Rojas.
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